-Ese beso era mío. ¿Por qué me lo has robado?
-Si quieres que te lo devuelva, ven aquí a buscarlo.
Se acercó a su lado y se lo llevó por otros dos acompañado.
-¡Eh! ¿Qué es lo que haces?
-El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón-apuntó sustrayendo ahora el tercero.
-No te vayas, espera, ¡que también yo he de redimir mi falta!
Y de este modo siguió el juego, alimentando beso a beso el deseo.
-Ana María Otero-
Un beso después de un abrazo es el mejor regalo que alguien puede compartir. Abrazo de oso peludo.
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