No me mires así. Las cosas no siempre son lo que parecen. No es culpa mía si no es cierta esa idea sobre mí que por tu cuenta habías formado.
¿Decepción? La verdad, no me preocupa. Pero recuerda que nadie, ni siquiera tú es perfecto. Porque si uno es fiel a sus principios, a su propia identidad, resulta muy difícil, potencialmente imposible congraciarse con toda la humanidad.
-Ana María Otero-
Ojala pudiera complacer a todos pero como es imposible prefiero complecerme a mí y mandar a todos al demonio.
Me gustaLe gusta a 1 persona
buenas reflexiones cargadas de una verdad incuestionable
Me gustaMe gusta