Una leve brisa agita las ramas de los árboles,
ahora desnudas porque sus hojas ya se ha llevado.
Los tallos deshojados tiemblan,
se agitan mojados por la lluvia
que hace un rato los ha empapado.
No es algo extraño.
¿No ves que aquí, con nosotros,
el invierno se ha quedado?
-Ana María Otero-