Con ansia me estás esperando.
Deseas verme llegar.
Con los dedos de tus manos
mi piel ansías tocar.
Dejar en ella tu aroma
para de este modo tu terreno marcar.
Crees que puedes hacerlo,
aunque sin duda
nunca más me vas a alcanzar.
Tú sientes que me acerco,
pero cada vez estoy más lejos.
De ti me aparto.
No quiero estar a tu lado.
¿No te das cuenta?
Todo mi cariño por ti,
con su ayuda has matado.
Sí, es una lástima.
Los dos hacíamos buena pareja ante la cámara
y sin duda también en la cama.
Pero ahora te digo adiós.
Que te acojan los brazos de ésa
que entre nosotros se metió,
rompiendo irremediablemente algo
que en algún momento
y escrito con mayúsculas,
fue sin duda verdadero amor.
-Ana María Otero-