Perdí el rumbo cuando
por evitar cruzarme contigo
me desvié del camino.
Ahora estoy desorientado
y no sé hacia donde caminar
para mi destino alcanzar.
No me gusta admitirlo pero sí,
realmente estoy perdido.
¿Por qué no encuentro una señal?
¿Alguna marca que indique
hacia dónde voy?
No tengo modo de saberlo,
pero no puedo volver
porque el suelo,
con cada uno de mis pasos,
detrás de mí va desapareciendo.
Por lo que sí o sí,
aunque sin saber hacia dónde,
debo avanzar.
Sí, estoy solo, desorientado, perdido…
Pero sin duda prefiero sufrir esto
antes de volver a encontrarme contigo.
-Ana María Otero-
Muy bueno!!
Me gustaMe gusta
Gracias Belita
Me gustaLe gusta a 1 persona
De nada Ana María, un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bonito, a veces es bueno un cambio de rumbo aunque parezca obligado. Eso nos hace aprender a vivir nuevas experiencias. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es tan cierto, muchas veces por no cruzarse con esa persona nos terminamos perdiendo aunque creo que al final siempre nos tienen en sus manos!
Me gustaLe gusta a 1 persona