Sigue adelante,
no detengas tu paso.
Aunque no conozcas el destino
nunca te apartes del camino.
Avanzando sin un propósito,
sin un objetivo,
sin una motivación diferente
a encontrar una justificación
para esa carrera sin sentido
que tal vez sólo te lleve
a un terreno baldío.
Un paso tras otro
con el único objetivo de avanzar,
tal vez para de este modo alcanzar algún lugar,
quizás para dejar atrás algo digno de olvidar.
Tú sólo avanza,
tú sólo camina.
No mires hacia atrás,
no añores lo que dejas.
No detengas tu paso,
no disminuyas el ritmo.
Tal vez sólo de este modo
encuentres algún motivo.
-Ana María Otero-