Por siempre adversarios.
¿Por qué no podemos ser como hermanos?
Mejor o peor.
Jugar para ganar.
Tú o yo.
Tirar a dar.
El guapo o el feo.
¿Cuál de los dos llegará primero?
Acierto o error.
Sólo gana uno de los dos.
Si en un momento fuimos iguales,
¿qué es lo que ahora nos empuja a competir?
Si en algún momento fuimos casi el mismo,
¿quién diantres nos obliga a combatir?
-Ana María Otero-