Aunque me encuentres,
no me vas a alcanzar.
Si lo prefieres acércate con cautela
pero oh, pobre criatura ilusa,
¿crees que de ese modo algo cambiará?
Puedes intentar alcanzarme,
pero no,
nunca lo vas a lograr.
¿No te das cuenta?
Yo soy como tu propia sombra,
que cuando te acercas,
ella siempre se va.
Me ves,
te atraigo,
mi figura te reclama,
te invita a seguirme…
Deseas alcanzarme,
atraparme,
sentirme,
dominarme…
¿Cuándo te darás cuenta que para ti,
como a tu propia sombra,
es inútil pretender cazarme?
-Ana María Otero-
,muy bueno Ana
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Gracias Pippo
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Si dejas de ver tu sombra, preocúpate, igual se marchó con alguien que le daba más utilidad. Un besote.
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