Dame la mano,
acompáñame un rato.
Observa el camino,
recórrelo conmigo.
Quizás suene a cuento,
pero no quiero ir solo.
No me asusta la oscuridad,
no le temo al frío.
Sólo me aterra despertar
y haberte perdido.
Caminar y dejarte atrás,
marcharme y entre mis brazos
nunca más poderte estrechar.
¿No te das cuenta?
Tú eres mi vida
y como sin ella,
para mí sin ti
ya nada me queda.
-Ana María Otero-
Muy bonito poema! ♥
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por comentar, Loli
Me gustaMe gusta
¡La leche!, de 10, besitos.
Me gustaMe gusta