Escribir Jugando de Lídia
Maldición
Paula observaba lo ofertado en aquel bazar recientemente inaugurado. Asió un curioso espejo dorado y leyó la nota que lo acompañaba: “observando tu reflejo pronuncia tres veces NOICIDLAM y conocerás tu futuro”. Paula así lo hizo y como en un televisor, se vio a si misma cayendo a una nauseabunda cloaca. Ante la impresión sin querer el espejo soltó y al suelo éste cayó.
-No te preocupes que como la maldición, ese espejo nunca se rompe. Allí abajo muy pronto nos veremos-aseguró el propietario risueño, observando cómo salía despavorida la cuarta persona condenada de la jornada.
-Ana María Otero-
¡Wow, vaya maldición! Un micro muy intrigante, Ana María. Me gusta eso de que el espejo, igual que la maldición, no puede romperse, es inquietante 😮
Muchas gracias por participar 🙂
Un abrazo
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Gracias a ti por proponer un reto tan interesante👌
Saludos
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Guau, no me esperaba yo ese final. Cuidado con ese Bazar 😉 ¡¡Me ha gustado mucho este micro-relato!!
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Espero que no abran uno así por aquí cerca 😱 jeje
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