O tú y yo,
o ninguno de los dos.
El uno con el otro,
ésa es la condición.
Yo contigo para ti,
tú arrastrado hacia mí.
El que manda lo ordenó,
sin contar con mi opinión.
No sé si a ti te molesta esa decisión que tomó,
pero aunque antes de que se pronunciara
me incomodaba no poder intervenir,
el enfado enseguida lo olvidé
porque de poder hacerlo,
sin duda también yo a ti te hubiese elegido.
Déjate de tonterías,
no pretendas que me ría.
¿Cómo voy a creer que eres tú el que ordena,
el que maneja los hilos?
Y ahora no me digas que a ti voluntariamente me entrego,
porque en realidad es ése tu deseo.
Está claro que nunca te paraste a pensar
que uno anterior
y mucho más intenso que el tuyo
es el que en realidad a ti te empuja
para que tu anhelo sea
el que desde hace mucho yo tengo.
Director o dirigido.
¿Qué más da si visto lo visto,
el éxito en la actuación
está garantizado para los dos?
-Ana María Otero-
Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Gallosoy comentado:
Recomiendo la poesia de Ana Maria Otero
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias 🙂
Me gustaMe gusta
Un placer y honor
Me gustaLe gusta a 1 persona
es complicado saber, pero como hombre sé, que nunca es antes, de que una mujer desee, sea cual fuere la cuestión, aunque a veces creamos que somos nosotros los que conseguimos nunca es así si vosotras no lo deseais
Me gustaLe gusta a 1 persona