En un descuido,
por no pensar,
se dice algo que uno debería callar.
Pensamientos personales
que se pueden malinterpretar.
Una vivencia particular
que aunque creas que sí,
desde tu punto de vista
y sin haberla vivido
nunca podrás igual que yo interpretar.
Supones que me conoces,
que sabes cómo soy.
Pero lo que para ti es familiar,
no es más que una fachada,
que aunque no oculta por completo el interior,
no es todo lo que permite ver.
Te faltan datos para resolver la ecuación.
¿No ves tan claro como yo
que de este modo el desarrollo de la operación
indudablemente te conduce a error?
-Ana María Otero-
Indudablemente. Un saludo
Me gustaMe gusta
Pero lamentablemente aún ante la evidente falta de datos, muchos actúan sin pensar en la posible-probable equivocación.
Gracias por tu intervención 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
El exceso de arrogancia predomina, tristemente.
Gracias a ti.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso tiene la lectura y la escritura, que uno se apodera de alguna forma de lo que hemos escrito y se ve tan reflejado en ello, que parece reconocerse.
Pero siempre faltan datos. Simplemente son espejismos.
Un fuerte abrazo, Ana y un placer como siempre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Por lo menos la interpretación personal cuando se trata de la lectura, es algo enriquecedor, algo que no siempre es así cuando se trata de «la vida real» (entrecomillado porque sin duda los escritos de este tipo siempre tienen algo de realidad 😉).
Gracias por seguir ahí.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y nos equivocamos.
Me gustaLe gusta a 1 persona