Me quiero marchar,
pero no puedo avanzar.
Doy vueltas en círculo,
volviendo una y otra vez
a ese lugar que pretendo dejar atrás.
¿Por qué no puedo salir?
¿Qué es lo que me obliga a seguir?
Estoy atrapado.
Estoy condenado.
Dando una vuelta tras otra
sin variar la trayectoria.
Una sanción que tal vez merezco.
Maldita prisión que ilógicamente
soy yo el que regento.
-Ana María Otero-
Regentamos prisiones y custodiamos los caminos que nos conducen a ellas,. Quizá no queramos escapar, realmente ¿no crees?
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A lo mejor es temor a los cambios, a lo nuevo y por tanto desconocido 🤔
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¿Y la vida no trata precisamente de eso? ¿De cambiar, de perdonar, perdonarse, y descubrir todo lo nuevo que nos ofrece?
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👍 😉
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Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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😉
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Aquí me atrevo a escuchar a los que sabéis. Y aprendo. La tierra es redonda, Ana. Lo digo por lo de dsr vueltss en círculo.
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😘🤗
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Whirled
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😉
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😀
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no importa regentar una prisión siempre y cuando tengas la llave, eso es lo importante, ya se romperán los círculos
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Todos tenemos nuestros propios demonios encerrados en las prisiones de nuestra mente, pero tenemos que aprender a vivir con ellos e incluso a veces alimentarlos para no olvidarnos de que en la vida tanto los errores como las buenas acciones se pagan o se gratifican, un beso preciosa.
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