Me quieres asustar
asegurando que te vas
y que nunca más volverás,
sin embargo te quedas
y nunca te alejas.
Si por casualidad cruzas la puerta,
nunca la cierras,
ya que del mismo modo que yo,
tú no dudas que vas a volver
porque estamos atados
por un sentimiento compartido,
tú y yo por siempre unidos.
-Ana María Otero-
Hay atracciones inevitablemente inevitables. Bien lo sabes tú.
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O costumbres difíciles de abandonar…
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Así es Maribel…arraigadas hasta más allá de lo soportable. Y que aún sabiendo que nos perjudican nos siguen atrayendo. A veces parece, y lo digo por mí , que nos gusta sufrir 😉
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Otro bonito poema.
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😊
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