Parece distinto,
pero otra vez vuelve a pasar.
¿Por qué se repite?
¿Por qué todo acaba igual?
Sucede una vez,
y después otra más.
¿Es que nunca va a cambiar?
Cada comienzo es diferente.
¿Por qué el final siempre es igual?
Un castigo,
una condena,
la expiación de algún error,
de un absurdo fallo,
que ilusamente cometió.
Es la sanción,
es la penitencia,
es el eterno retorno
para que nunca lo olvide del todo.
-Ana María Otero-