Mensajero de malas noticias, como tal te conocí, y lo peor de todo fue que casi sin esperarlo, una de ellas resultó ser para mí. Consciente de tu posición, sin restarle importancia, lo quisiste suavizar. Me ayudaste a no tirar la toalla, a seguir adelante, dejando a un lado los sobrados motivos para llorar. Una ayuda impagable, que sin duda a cada uno, para alcanzar un fin sirvió.
Por mi parte no corté la marcha y seguí adelante, aunque la contrapartida, el coste de la actuación, por el experimentado mensajero de sobra conocido, fue una adictiva dependencia, una insana confianza ciega que me llevó a olvidar que tú no eras un amigo, ni siquiera un consejero, sólo un empleado más, que su salario quería ganar.
Desde aquel primer día mucho tiempo ya pasó, aunque a veces casualmente nos cruzamos y cortésmente nos saludamos.
Parece que nada cambió y que todo sigue igual, pero yo sé que también tu sabes que abusar de una confianza ciega, es el mejor modo de tocar fondo y llegar todavía más allá.
Ilusamente en un momento imaginé, igual que tantos otros, que para ti yo era alguien especial. Inmensa decepción descubrir que no era más que otra pieza en el tablero, sólo un peón al que no importa sacrificar porque es al rey al que hay que proteger.
Admirar, idolatrar… ¿Quién realmente lo merece? Cuidado con la elección porque nunca se debe olvidar, que hasta el que en una ocasión en cierto modo te salvó, en otra distinta puede fomentar tu destrucción.
Y ahora para acabar una respuesta sincera agradecería que me dieras. Dime Deele Jotaerre, después de tu monárquica artimaña, ¿tienes ya todo lo que quieres, o todavía es preciso sacrificar otro peón, o alguno más de dos?
-Ana María Otero-
Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Muy agradecida, Roberto 🙂
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Un placer y honor
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❤
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Ya no me gusta el ajedrez. Lo de ser peon, lo llevo bien. Muy buena lección de vida, Ana.
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Como todas, duele en el momento, pero a la larga enseña a descubrir que no es oro todo lo que reluce y que en muchas ocasiones ni siquiera ese brillo es real.
Gracias por intervenir, Vicente 😘
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Así es. Y te entiendo a la perfección😘🤗
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