Sí, tienes razón. Me distraigo, me disperso.
¿Por qué preguntas qué es lo que me pasa, fingiendo no saber que tú y sólo tú eres la única responsable de todo esto?
La culpa la tiene eso que con aparente inocencia me ofreces, a pesar de saber que después de probarlo una sola vez, resulta imposible rechazar ese veneno tan puro, que tan solo su recuerdo tiene la capacidad de matar.
Una muerte dulce, en absoluto amarga, que es una delicia probar.
Morir una y otra vez en tu cuerpo, para después resucitar y desear contigo, nuevamente en ti, volver a morir.
-Ana María Otero-
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Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Gracias!! 😘
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Qué preciosidad, Ana. Me canta ese vivir y morir contigo.
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Muy bueno Ana👏👏👏
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Gracias Pippo😉
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Con tus versos, la pasión se hace realidad en tu poema. Es muy bueno.
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Gracias macalder😉
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Más distraído que yo no hay nadie, Ana. A pesar de ello quiero darte las gracias por ser como eres y por enseñarme tanto como has hecho con tus escritos. Pocas personas existen con tu sensibilidad, con tu personalidad, con tu empatía. Tenerte como amiga es un verdadero lujo. Y leerte otro.
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Gracias por estar siempre ahí, por valorar lo que ofrezco y sobretodo por darme la oportunidad de disfrutar de tus fabulosas creaciones, Tin 🙂
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A ti siempre.
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