Decepción, frustración…
¿Por qué sí? ¿Por qué no?
¿Por qué de ese rastrero modo todo acabó?
La magia se agotó y la ilusión se perdió.
Es duro despertar de un sueño mágico
y confirmar que aquello nunca fue real.
Dejar todo atrás, buscar nuevos motivos para sin dudar avanzar.
Y ahora, amigo mío, responde con sinceridad:
¿realmente te sobran las fuerzas para volverlo a intentar?
-Ana María Otero-
Siempre…Y más😉
Me gustaLe gusta a 1 persona