Dices que eso no te importa porque ahora estás en otra onda.
¿A quién esperas convencer con eso? ¿A mí?
No. Te conozco, me conoces.
Tú no eres tan ingenua, ni tampoco yo iluso.
Sin duda una vez más se trata de nuestro absurdo juego de complacencia,
ese en el que aunque se pretenda,
nunca se engaña a quien conoce las reglas.
Si yo digo que para siempre me voy,
tú mi decisión aceptas y muestras una aparente indiferencia mientras me acerco a la puerta,
porque sabes que aunque salga no tardaré en estar de vuelta.
Porque tú me importas. Porque yo te importo.
¿No te parece que ya es hora de dejar de jugar
y de reconocer que esto que existe entre nosotros es ahora algo real?
-Ana María Otero-
Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil veces gracias, Roberto 😘
Me gustaMe gusta