Dos miradas,
una oscura y la otra clara,
en silencio,
con extrema intensidad enlazadas.
No se escuchan palabras,
no es necesario pronunciarlas,
porque preguntas y respuestas
se encuentran implícitas en ellas.
-Ana María Otero-
Dos miradas,
una oscura y la otra clara,
en silencio,
con extrema intensidad enlazadas.
No se escuchan palabras,
no es necesario pronunciarlas,
porque preguntas y respuestas
se encuentran implícitas en ellas.
-Ana María Otero-
Me gusta la simplicidad de tu escritura y tu forma directa y escueta de decir….gracias por tus poemas!!!
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Gracias a ti por apreciarlos 😉
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