Me gusta mirarte,
en silencio escucharte,
imaginar que me esperas,
que soy yo a quien deseas.
Fantasear con que son tus manos
las que pulsan mis teclas,
que soy yo con el que cada noche sueñas,
el que alimenta tus ganas,
el que profana tu cuerpo,
el protagonista de tu ronda privada,
esa que para ti empieza cada día
cuando llega el final de la jornada.
¿Por qué si antes era suficiente
ahora sólo eso ya no me llega?
Imagen de mohamed Hassan en Pixabay
-Ana María Otero-
Genial tu poema. Me gustó.
Manuel
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