El primero es el segundo,
sí, ahí detrás del tercero.
Quinto, cuarto, sexto, noveno…
A estas alturas no me entero.
El otro día perdí la cuenta
y ahora no recuerdo el lugar en el que lo debo colocar.
Eso no importa,
en realidad es lo de menos.
Delante, atrás, en algún lugar encajará.
Pienso y digo algo que la verdad no entiendo.
Repito patrones de anteriores ocasiones.
Que funcione o no nunca depende de la nueva situación.
-Ana María Otero-