
Un hechizo en un sueño,
que sólo se rompe si me despierto.
Debería hacerlo,
dejar de estar dentro pero,
¿y si en realidad me quiero quedar
y ya nunca más despertar?
Podría experimentarlo como una condena
que atrapa, que retiene.
O como un afortunado regalo
que tal vez permite encontrar
el verdadero sentido a existir,
darle una razón a ese absurdo
al que por costumbre llamamos vivir.
-Ana María Otero-
-Imágen tomada de Pixabay–
dormir es una forma de huída, aunque en ocasiones nos traiciona y nos azota con pesadillas que nos hacen desear recuperar esa existencia absurda que arrastramos…..me gustó ..gracias
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Gracias por visitar mi blog y por intervenir 😉
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Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Como siempre Ana, es un auténtico placer, leer cada palabra. Enhorabuena¡¡
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Mis sueños suelen ser pesadillas. Recuerdo mis primeros sueños, cuando era muy pequeña, no sé dónde habría oído hablar del demonio, en casa no, sería en la iglesia donde la gente del pueblo se reunía los domingos, pero tenía sueños recurrentes, el demonio me perseguía y yo corría y corrís sin moverme del mismo sitio… Cuando me iba a alcanzar me despertaba.
Hay que ser tonta como si fuera poco pesadilla la vida… claro que entonces yo no lo sabía.
Muy bueno, un abrazo,
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