
Aunque era eso lo que parecía,
aquella no era una partida perdida.
La trama nunca acabó,
sólo un momento paró.
Recuperando las fuerzas perdidas,
restableciendo las fibras heridas.
He aquí el momento de arrancar,
de volver a avanzar.
Pero ahora habrá que protegerlo bien,
no sea que se dañe
y de verdad se estropee después,
porque hay cosas que en la vida
no se repiten aunque así lo quieras creer.
-Ana María Otero-
-Imagen tomada de Pixabay–
Reblogueó esto en El Noticiero de Alvarez Galloso.
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Gracias Roberto
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Qué lindo disfrutar de tus versos. Gracias Ana María por compartir tus letras. Saludos fraternos.
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Anna precioso poema, tu sensibilidad al escribir conmueve a un océano de roca. Saludos¡¡¡
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