
Gracias por confiar en mí,
sin pedirme algo más que estar ahí.
Por compartir tus secretos
y regalarme tus sentimientos.
Por disipar mis miedos
y ayudarme a olvidarme de ellos.
Gracias por seguir aquí sin apartarte de mí,
por enseñarme a descubrir
que merece la pena correr el riesgo
cuando algo se siente auténtico,
porque un momento se aprecia fugaz,
pero sentimientos verdaderos sí que pueden ser eternos.


El poema arropa el corazón.
Abrazos
Natuka
Me gustaMe gusta