Plim, plum, plam…
Gotas de lluvia golpeando sin parar.
Plim, plum, plam…
Caen y caen una vez más, para al deslizarse arrastrar momentos, recuerdos añejos que aún no borró el tiempo.
Plim, plum, plam…
Banda sonora especial, dulce acompañamiento al avanzar.
Plim, plum, plam…
Apartar para avanzar, sin intentar mirar atrás, la mejor manera de salvarse, sin que la fría lluvia empape.
Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay
Cosas de Ana María Otero 
la lluvia nos limpia, ¿verdad? es ponerse a llover y mi cabeza se dedica a perseguir gotas de agua olvidando todos los problemas…
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Sí, algo así como una purificación (mental 😉)
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