Una mirada por otra ineludiblemente atrapada. Una sonrisa que anima, que incita, que invita a soñar, a fantasear con algo que podría ser realidad. Con dos cuerpos que se van acercando hasta que entre ellos no existe ya espacio. Lento, ligero…, así sería al comienzo. Violento, vivaz…, para de ese modo continuar.
En ese instante una caricia furtiva aúna realidad y fantasía, recordando que ya no es necesario imaginar porque en breve el anhelo dejará de ser sólo un sueño.

Imagen generada con IA

Seducción(c)Ana María Otero
Bellas líneas, Ana María.
Fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Rimas.
Un abrazo 🤗
Me gustaLe gusta a 1 persona
bonito texto Ana!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me halaga que te haya gustado, O. 😊
Me gustaMe gusta
💚
Me gustaLe gusta a 1 persona