
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Fue bonito mientras duró,
pero por un error se acabó.
La impaciencia, con la necesidad de certeza,
destrozó una novela que pudo ser superventas.
El argumento de una vida.
Quizás la tuya, tal vez la mía,
a lo mejor ambas ocasionalmente unidas.
Pero al añadir absurdos artificios
se estropeó el argumento y ahora,
para mal o para bien,
lamentablemente ya nunca se podrá saber.

Argumento destrozado(c)Ana María Otero
Suele suceder cuando las habilidades se contraponen. Cosas de artistas. Me gustó tu poema.
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Gracias, Manuel.
Un abrazo.
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