
No te encuentro y siento miedo.
Me pregunto si estás escondida
o si para siempre te has ido.
Maldita desconfianza
que poco a poco mata,
que lentamente conmigo acaba.
Absurda inseguridad sin razón fundada.
¿Por qué temo perderte?
Tal vez porque merecedor de suerte
no me siento.
Dime: ¿por qué día tras día
temo que así porque sí,
sea a otro al que decidas dedicar
ese premio que es tu preciado amor?

Creo que te merezco(c)Ana María Otero